El plátano se reproduce mediante hijos que brotan de su raiz, más correctamente llamada rizoma. Aunque las plantas producen muchos hijos, normalmente se seleccionan los más fuertes, dejando tres generaciones: madre, hija, nieta.
Cuando la planta tiene poco menos de un año, produce una bellota que contiene la flor. De las flores surgen los plátanos, como se aprecia en esta imagen.
La bellota es lo último que la planta produce, después de producir todas sus hojas. A partir de cuando sale la bellota, la planta dedica toda su energía a alimentar los frutos.
Por exigencias del mercado, los racimos se cubren con una bolsa de plástico que los protege de animales y otros factores que pueden afectar su salud. Cuando se embolsa el racimo, se marca con una cinta de un color determinado, para controlar la producción y planificar las ventas.
El uso de bolsas de plástico crea un problema de residuos que no existía anteriormente. La administración de Quimbaya recoge estas bolsas en determinados días para disponer de ellas adecuadamente.
Visto de otra manera, la necesidad de embolsar el plátano ha creado un trabajo que antes no existía. ¿Es esto suficiente para balancear los aspectos ecológicos y los económicos de una política determinada?
El plátano en La Ceiba se cultiva principalmente para dar sombra al café. Pero también es una parte importante de los ingresos de una plantación de café, pues bien mantenido, es una fuente de ingresos constante.
Esta imagen es la de una plantación intensiva de banano en una finca vecina, y nos muestra la diferencia con el tipo de cultivo de plátano en La Ceiba. Aun así, nosotros producimos cerca de una tonelada cada 20 días.